Reconociendo que ha sido una decisión "muy dolorosa y muy dura" el presidente asturiano ha resaltado que ha servido para "doblegar la curva" al evitar la interacción que se produce en los negocios de hostelería por la "cercanía" entre los clientes y la retirada de la mascarilla para consumir los productos. Barbón ha querido insistir en que no se ha cerrado "porque los hosteleros hagan nada mal ni sean culpables de nada". Barbón ha realizado estas declaraciones durante un encuentro telemático con el alumnado del Centro de Educación Especial San Cristóbal de Avilés, con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.