Cerca de 300 horas suma Titi Sánchez plantado delante de la Junta General del Principado, en Oviedo, metido en su caja-protesta. Es hostelero y como a muchos más en Asturias no le salen las cuentas desde hace varios meses debido al ir y venir de las medidas aplicadas por los gobiernos central y regional para hacer frente a la pandemia del coronavirus y que tienen en bares y restaurantes uno de los principales damnificados debido a los cierres decretados –dos generalizados en toda la región en lo que va de año– y las continuas restricciones de la actividad.