El oso pardo está declarado especie protegida desde 1973 y, pese al incremento del número de ejemplares que sitúa en unos 300 en la Cordillera Cantábrica y medio centenar en los Pirineos, continúa en peligro de extinción en España. El creciente interés que despierta el avistamiento de esta especie ha llevado a la asociación Hostelería y Turismo de Asturias (OTEA), la Fundación Oso de Asturias (FOA), y la Fundación Oso Pardo a la elaboración de una guía didáctica y un decálogo sobre "'Turismo responsable en territorios oseros" que se presentó esta mañana en Oviedo.