Velas, dibujos y flores, muchas flores. El edificio histórico de la Universidad de Oviedo se tiñó esta tarde de amarillo y azul para pedir la paz en Ucrania. Son dos tonalidades que comparten la bandera del país y la enseña asturiana a cuya sociedad apeló el presidente del Principado para pedir una condena unánime a la guerra. "Esto es una invasión y una guerra iniciada por Vladirmir Putin, lo que no se esperaba el autócrata es la resistencia del pueblo ucraniano y la reacción de la sociedad europea". El acto organizado esta tarde por la Universidad de Oviedo reunió a políticos y a muchos ciudadanos anónimos. "Creíamos importante que además de las acciones hubiera un gesto para mandar un mensaje de paz y esperanza al pueblo de Ucrania", destacó el resctor de la Universidad de Oviedo. "No tengo palabras pata explicar la repulsa que me provoca esta situación", explicaba María Secades tras depositar un ramo de calas a los pies de la estatua de Valdés Salas acompañada de su hija de cuatro años. "Muchos de mis amigos han sido reprimidos en Rusia por el ejército de Putin", explió Alejandro Zarzuelo, que inauguró el improvisado altar en el patio de la institución académica con un ramo de lirios. Entre todas las voces de repulsa destacó el contundente mensaje de Olena Kosenko, presidente de la Asociación de Ucranianos en Asturias. "Vamos a ganar", proclamó mientras los asistentes le dedicaban un sonoro aplauso. "En Ucrania tenemos un dicho, los ojos tienen miedo pero las manos lo hacen. Vamos a vencer porque queremos vivir en un país libre y democrático".