Otro lunes más, Luis Lorenzo acudía a primera hora de la mañana a los Juzgados de Arganda del Rey para firmar y cumplir así con las medidas cautelares. Fue el pasado 25 de mayo cuando tanto él como su mujer, Arancha Palomino, eran investigados por un posible envenenamiento que causaría la muerte de la tía de ella. La autopsia practicada a la anciana, fallecida el 28 de junio de 2021, detectó que tenía concentraciones de cadmio y manganeso en la sangre, 200 veces y 20 veces, respectivamente, por encima de los niveles normales.

También encontró, gracias a los análisis toxicológicos, restos de quetiapina, risperidona, aripiprazol y haloperidol en su organismo. El forense concluyó que "resulta infrecuente asociar cuatro antipsicóticos diferentes de forma simultánea". El fiscal ha solicitado un nuevo informe forense para aclarar cómo se produjo la muerte.