Con «nervios», con «miedo» a enfrentarse al examen de Historia y con la creencia de que la EBAU necesita «un cambio». Así empezaron en Asturias, a primera hora de esta tarde, la prueba de acceso a la universidad un total de 4.769 bachilleres, 362 más que el año pasado. «Hoy es el día más difícil. Quitando Lengua e Historia, se acaba lo más duro», aseguraron a la entrada de las dieciséis sedes en las que se desarrollará el examen hasta el jueves. Son los últimos estudiantes que harán la selectividad tal y como la conocemos, y son los últimos también que harán el modelo fácil de examen con más preguntas a elegir, implantado en 2020 a raíz de la pandemia. A partir del año que viene, se caminará hacia una nueva EBAU, más competencial y menos memorística, que deberá estar totalmente instaurada en 2028. «La prueba de ahora está demasiado enfocada a empollar», manifestaron. 

«No sabemos si por ser el último examen así será más fácil o más difícil, pero agradecemos que nos haya tocado esta prueba», confesaron Sara García, Aroa Lera, Elia Álvarez y Andrea Rebollo, alumnas del IES Universidad Laboral de Gijón, en la sede del campus del Milán de Oviedo. Las cuatro sienten «presión» por el aumento de las notas de corte desde la pandemia y sostienen que la EBAU necesita «un cambio». «No es justo que en otras comunidades el examen sea más fácil. Por ejemplo, en Murcia el examen de Historia es de rellenar huecos», comentaron.