Salta la polémica en la elaboración de las listas de la Federación Socialista Asturiana (FSA) para las generales. El secretario de Industria, Francisco Blanco, que fue el candidato más votado en la agrupación de Gijón y en varias más, acusó ayer a la ejecutiva de Adrián Barbón de «dirigir» la votación, dando instrucciones a varias direcciones locales sobre sus candidatos preferidos, pese a que había comprometido en una carta a todos los afiliados que la votación sería abierta. Pese a ese reproche, que Blanco trasladó al comité autonómico, las candidaturas al Congreso y al Senado fueron «aprobadas por unanimidad» por dicho órgano, según confirmó la FSA a su conclusión.

Francisco Blanco planteó su malestar de viva voz en el comité autonómico, según confirmaron a LA NUEVA ESPAÑA algunos de sus integrantes. El secretario de Industria y Pymes, que desempeña un papel clave en el Ministerio de Industria en las estrategias y planes sobre transición energética, sumó alrededor de novecientos votos en el cómputo de las agrupaciones locales para ser el tercer candidato más votado, por detrás del diputado Roberto Morís, de la agrupación de Siero, y de Mercedes Otero, de la agrupación de Allande. Ese resultado situaba a Blanco en el cuarto puesto de la lista al Congreso, que estará encabezada por Adriana Lastra por decisión de la ejecutiva de la FSA.

El presidente del Principado respondió esta mañana a las críticas de Blanco insistiendo en que el PSOE practica la democracia interna. "Ayer solo hubo una voz crítica, los militantes salieron en defensa del proceso, somos el único partido en el que cada militante vota en una urna cerrada. El nombramiento de Adriana fue ratificado por unanimidad".