Después de que las grúas lograsen en la tarde-noche del lunes retirar el autobús siniestrado, la normalidad volvió este martes al servicio de transporte colectivo de turistas en Covadonga. El plan especial de los lagos se retomó y se volvieron a ver colas para coger los autobuses de Alsa que prestan el servicio.

“El viaje ya lo teníamos programado, pero hemos comprado los billetes ahora”, afirmaba Marisa Aguilera, de Córdoba. “Hemos venido y hemos dicho que por lo menos veríamos a la Virgen porque tampoco sabíamos si se podía subir. Hay mucha incertidumbre, pero es un accidente que puede ocurrir”, añadía quien este martes volvía a los Lagos después de muchos años: “Yo vine de pequeña y sé cómo es la subida más o menos, y puff..." Aguilera se montó finalmente en el autobús junto a su marido y sus hijas.

La valenciana Ainhoa Lorente hacía cola para subir al transporte colectivo en Covadonga en la mañana de este martes. “A ver sí, da miedo porque van un poco acelerados los autobuses, pero supongo que hoy irán más despacio al haber pasado esto”, reflexionaba. “Es la segunda vez" que subía junto a su extensa familia al popular paraje de los Picos de Europa.

La Guardia Civil se encuentra ya investigando las causas del accidente del autobús que volcó y acabó dando dos vueltas de campana en la carretera de acceso a los Lagos de Covadonga. Desde la Benemérita no quieren avanzar nada respecto a las pesquisas a la espera de concluir el atestado, algo que llevará tiempo, aclaró Alberto Aguilera, teniente coronel jefe de Operaciones de la Guardia Civil en Asturias, al tener que recabar los testimonios de los 49 ocupantes (48 pasajeros más el conductor) que iban dentro del vehículo.

Desde el Principado sí han confirmado que el siniestro se produjo al coincidir dos vehículos grandes de pasajeros en el tramo cercano al Mirador de la Reina. "Fue al cruzarse dos autobuses, información oficial y contrastada", expresó el presidente del Principado, Adrián Barbón. Esa es la hipótesis sobre la que se centran las investigaciones, y ahora la Guardia Civil, en base a pruebas observadas y testimonios, deberá determinar las causas técnicas y exactas del siniestro, que pudo ser una tragedia de mayores magnitudes.

El teniente coronel Aguilera explicó que, "por protocolo", se le ha practicado al conductor del autobús accidentado, que permanece ingresado, el análisis de sangre para descartar la presencia de alcohol o estupefacientes. Igualmente, "se investiga si la carretera está en buen estado", para determinar que no haya mediado ningún desprendimiento del asfalto en el suceso. Igualmente, mencionó que la dispersión de los testigos (son turistas de procedencia muy diversa) y el ingreso hospitalario de algunos de ellos alargará las labores de toma de declaración.