«Cuando me quedé embarazada sentí miedo y fui muy poco activa durante los primeros cuatro meses». Son las palabras de Sol García, que en su semana 37 (a punto de dar a luz) y enfundada en unas mallas premamá va cada semana a clases dirigidas de pilates con máquinas. Se siente orgullosa de haber dado el paso y comenzar a moverse durante la gestación.

Las dudas de Sol sobre si debía hacer deporte, de qué tipo y con qué frecuencia son muy comunes entre las futuras mamás. Hay mucho mito, pero el deporte es «fundamental» en el embarazo y las matronas lo recomiendan por ser bueno para la madre y el bebé.

Aquello de que «en el embarazo hay que descansar» se ha quedado obsoleto. Los últimos estudios científicos apuntan a que mantenerse activa es fundamental en la gestación. Pero con control. No están recomendados los abdominales clásicos, ejercicios de alto impacto o deportes de contacto. Con esta salvedad, todo está permitido si el ginecólogo o la matrona lo ven indicado en función de la condición física de cada mujer.