María Belén Alves Martín tiene 46 años. Nacida en Avilés, en 1977, reside en Gijón. Empezó a trabajar como comercial a los 17 años y a los 19 de administrativa. Está casada y tiene dos hijas, de 13 y 10 años. Ella y su hija mayor padecen la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, una patología rara y hereditaria que se caracteriza por lesiones en los nervios y que afecta de manera particular a brazos y piernas. Entre otras repercusiones, provoca que los músculos sean más pequeños y más débiles. Su marido también sufre una enfermedad rara. El historial médico de Belén Alves acumula hasta la fecha 23 intervenciones quirúrgicas, todas traumatológicas, y está pendiente de tres más. Usa muletas o silla de ruedas. Dotada de un carácter enérgico, no se rinde. En las líneas que siguen, relata a LA NUEVA ESPAÑA algunos detalles de una batalla que mantiene muy viva: por su salud y, sobre todo, por el bienestar y el futuro de su hija Nadia. La conversación tiene lugar en su domicilio de Gijón, adaptado a las necesidades especiales de tres de los cuatro miembros de la familia.