Una cámara de seguridad capta el momento del impacto. El turismo se empotra contra una farola, la velocidad es tan elevada que el coche se despega del suelo. Tras el primer impacto se estrella contra un autobús. 15 heridos, pero aún hubiera podido ser peor. Estos son los instantes posteriores al siniestro. Alguno de los heridos, todos leves, esperan sentados a ser atendidos. El despliegue de emergencias es enorme. La conductora tuvo que ser excarcelada por el maletero. La farola le presionaba la pierna. Como posible causa de la perdida del control de su vehículo, todo a punta a que padeciera un ataque epiléptico. Explicaría la enorme velocidad que alcanzó y la ausencia de marcas de frenada en el pavimento. Las personas con epilepsia solo pueden conducir con un certificado médico y en función de su tipología, con al menos 6 meses de ausencia de crisis.