A menudo nuestras prendas favoritas de ropa tienden a estropearse con el uso. Si el material no es de la mejor calidad, este proceso se acelerará y saldrán las imperfecciones mucho antes. Una de cosas más incómodas que ocurren es cuando comienzan a formarse bolas y acumularse pelusas sobre el tejido. Por eso, al igual que es muy importante dedicarle cierto tiempo al armario para reordenarlo y conseguir ganar espacio y que la ropa no se arrugue, comprobar el estado de las prendas puede ayudarnos a que sea mucho más sencillo ser conscientes de qué queremos de verdad.