Nervios de inicio y una larga cola a la puerta de Mareo. Ovación intensa y un único deseo en el reencuentro: ganar al Oviedo. Unos 400 aficionados del Sporting acudieron a las instalaciones rojiblancas en el primer entrenamiento abierto al público desde la pandemia. El objetivo, cargar pilas antes de pisar el Tartiere. “Los derbis se ganan con cojones”, rezó una pancarta colocada en uno de los fondos del campo 1.