Las redes sociales pueden ser un arma de doble filo. Por un lado, un espacio en el que mostrar la idílicoa vive que uno puede vivir o mostrar el lado más positovo, glamouroso o divertido de famosos y personas individuales.

Pero, por otro lado, también puede suponer una careta de una realidad que el resto de personas no ve sobre la intimidad de cada uno. Incluso, un fallo, sobre todo si se trata de un rostro público, puede hacer saltar las alarmas entre los seguidores y provocar todo tipo de teorías. Es lo que oucrrió hace tan solo unos días. Ana Soria, pareja de Enrique Ponce borraba todo rastro de sus imágenes con el torero en su cuenta de Instagram. La joven, que hasta hace unos días compartía de manera esporádica sus fotos con el torero, eliminaba por sorpresa cada una de las instantáneas que tenía con él. Lo que sí se mantenía eran los reels en los que aparece cada uno.