Visiblemente recuperada tras haber pasado por el quirófano hace varias semanas para operarse del pecho, Gloria Camila ha reaparecido tras el polémico estallido de su padre ante las cámaras después de que la revista 'Lecturas' publicase este miércoles que la casa familiar de José Ortega Cano en Madrid habría recibido tres notas de embargo por deudas impagadas de más de 100.000 euros que podrían provocar que perdiese incluso su propiedad más preciada.

Fuera de sí, el torero perdía los papeles con los reporteros que le preguntaron por este asunto. "Iros a tomar por culo" exclamaba enfadadísimo, sin aclarar qué hay de cierto en sus graves problemas económicos.

Una reacción muy cuestionada y por la que Gloria Camila no ha dudado en entonar el mea culpa en nombre de su padre. "Yo os pido perdón por parte de mi padre, porque... Pero yo entiendo y respeto vuestro trabajo. También hay que entender que muchas veces hace pesado. Y os pido perdón porque entiendo vuestro trabajo, ¿vale?" ha afirmado, justificando que en ocasiones al torero se le hace "pesado" la presión mediática. Por suerte cuenta con su apoyo incondicional, y de ahí que su primera aparición tras su operación de pecho haya sido precisamente en la casa de su padre acompañada por su novio David García, su pilar fundamental en estas semanas en las que ha tenido fuertes dolores tras cambiarse las prótesis.

El cambio de actitud

La última semana no ha sido fácil para José Ortega Cano. A raíz de que su exmujer Ana María Aldón insinuase en 'Fiesta' que no se estaba haciendo cargo de sus obligaciones económicas respecto al hijo que tienen en común y reconocía que de no solucionar las cosas estaría dispuesta a tomar medidas, la revista 'Lecturas' destapaba los graves problemas financieros que tendría y por los que podría perder su casa.

Según la publicación, el torero acumula deudas por más de 100.000 euros y el chalet familiar en el que reside a las afueras de Madrid tendría tres notas de embargo. Una información que hacía explotar al viudo de Rocío Jurado, que lejos de aclarar qué hay de cierto en este asunto, perdía los papeles ante la prensa. Si en un primer momento mandaba 'a tomar por culo' a los reporteros a las puertas de su casa, posteriormente se dejaba ver fuera de sí en la plaza de toros de Las Ventas, mostrando su peor cara.

En el ojo del huracán por haber sido quien 'levantó la liebre', Ana María se ha sentado este fin de semana en el plató de 'Fiesta' y, además de dejar claro que es ella quien paga las hipotecas de sus dos casas -después de que un periodista publicase que cobra 1200 euros mensuales de Ortega- ha confirmado que el diestro se ha puesto al día con los pagos pendientes, y ha dado la cara por él como padre: "Los progenitores sabemos cómo tenemos que cuidar a nuestra familia, no hace falta que venga nadie a decirnos cómo tenemos que hacerlo. Lo hacemos como queremos, mala praxis en ningún momento hay y con esto ya digo bastante, un padrazo y una madraza".

Unas declaraciones a las que su exmarido ya ha reaccionado. Fiel a la Feria de San Isidro, el maestro ha acudido este domingo a la faena de Cayetano, Ginés Marín y Diego Ventura y, aunque ha preferido guardar silencio, ha llamado la atención su cambio de actitud.

Más relajado que en los últimos días, y sonriente en ciertos momentos, Ortega no ha querido decir nada sobre las palabras de Ana María, pero sí ha salido en defensa de la prensa cuando unos espontáneos han acusado al reportero de hacer un "acoso y derribo" al torero. "No pasa nada" ha exclamado el padre de Gloria Camila, mucho más conciliador con las cámaras.