Momentos de angustia y mucha tensión se vivieron ayer por la mañana en el barrio de Nuevo Gijón después de que un vecino de 65 años que iba a ser desahuciado de su piso, en el número 13 de la calle Trueba, atacase con un hacha de grandes dimensiones y un cuchillo a dos agentes de la Policía Local, que salvaron la vida gracias a que llevaban el chaleco antibalas que amortiguó las puñaladas. “Prefiero la cárcel a estar en la calle; de mi casa no salgo”, gritó repetidas veces el hombre, que recibió tres heridas de bala (dos en el abdomen y una en el pie) ante su negativa a tirar sus dos armas y seguir acometiendo contra los agentes.
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