Carlos desde Gijón habla con Javier en Praga, ambos son empresarios que tuvieron negicios en Kyiv y ahora utilizan sus contactos en Ucrania para trazar una red solidaria que ayuda a salir del país a quienes no saben cómo hacerlo. Olga acudió a ellos para poder sacar a su madre del país y la mujer de 74 años ya se dirige a la frontera. Han coseguido ayudar a 18 españoles y a 42 ucranianos. Ellos se encargan de comprar los billetes o pagar el alojamiento. Todo lo hacen de manera altruista. Pero cada día la huida se hace más complicada: "Lo más complicado es cerciorarte que la información que te llega de trenes, carreteras y el estado de cierta áreas sea correcta", cuenta Javier pegado a tres pantallas de ordenador. Y las peticiones son más abundantes: "Desafortunadamente nos llegan peticiones de gente con movilidad reducida o muy mayor a la que somos incapaces de ayudar", se lamenta Carlos. Sin embargo, aunque a ellos les parezca poco están haciendo mucho.