La inflación pasa factura a la parroquia, que sube de uno a dos euros el precio de las bolsas, aunque ahora cada una pasa de seis a diez unidades. Se prevé poner a la venta más de 4.000 rosquillas. Más de veinte voluntarios embolsan en los locales de la parroquia unos dulces “que siguen teniendo a muchos devotos” y que se suelen agotar en cuestión de horas.  Las rosquillas saldrán a la venta este viernes a las 10.00 horas.