Son menos de cuatro kilómetros si se realiza el trazado circular que conforman los viales a ambos lados del cauce y se trata de un espacio donde se ve a gente de todas las edades, jóvenes y mayores, familias con niños, grupos de amigos, caminando, paseando o haciendo footing. Es la particular "Ruta del colesterol" de los moscones y uno de los lugares más disfrutados por los vecinos de la villa.