Sin apenas público y sin apretón de manos. Así comienza el primero de los tres cara a cara en la carrera hacia la Casa Blanca. Biden llega con ligera ventaja de puntos y evita mirar a los ojos de su rival, a quien el moderador tiene que dar varios toques de atención. Un debate agrio cargado de caos, interrupciones constantes y descalificaciones. Por otro lado, Donald Trump califica de falsas las noticias sobre su presunto fraude fiscal durante todos estos años. La violencia racial también genera crispación: el presidente se niega a condenar el supremacismo blanco y su violencia. Quedan 35 días para las elecciones. De momento, los primeros sondeos darían como ganador a Biden, quien pide un juego limpio.