David Aruquipa y Guido Montano acaban de convertirse en la primera unión civil entre personas del mismo sexo aprobada en Bolivia, tras una batalla de dos años para igualar sus derechos a los de las parejas heterosexuales. Porque las autoridades les negaron en 2018 el derecho a registrar su unión, argumentando que las leyes del país no permitían el matrimonio entre personas del mismo sexo. Aunque la Constitución boliviana no comtempla las uniones civiles, Montano y Aruquipa argumentaron, con éxito, que la prohibición violaba los estándares internacionales de derechos humanos y que constituía una discriminación bajo la ley boliviana. Tras once años de noviazgo y pese a la campaña en su contra orquestada por la Iglesia Católica y otros grupos religiosos esta pareja ha conseguido por fin que su situación sea reconocida como unión civil, pero no como matrimonio. La comunidad LGTBi del país andino continuará luchando para que se reconozca como tal. En América Latina el matrimonio igualitario ya es una realidad en Argentina, Ecuador, Brasil, Colombia, Uruguay y algunas partes de México.