La guerra en Ucrania ha roto familias enteras; mientras los padres se quedan para luchar, los hijos empiezan de cero en el extranjero. Juntos a ellos vivimos la rabia, la impotencia, la tristeza de saber que su hogar ya no existe. Sus ojos han visto lo que nadie debería ver y, aun así, muestran una entereza admirable, "hemos dejado a papá en Kiev, va a ayudar a nuestros héroes", dice un niño mientras escapa de Ucrania