Casi dos semanas después que otras comunidades con menor incidencia del Covid-19, ahora sí, Madrid da el paso, pero no será hasta el lunes cuando esté prohibido reunirse con más de 10 personas, ni en la calle ni en casa. Control policial y sanciones para quienes incumplan la norma, la más restrictiva del llamado plan retorno. A pesar de ser la comunidad con más positivos, un tercio del total de España y con peores cifras porcentuales, en fallecidos, hospitalizados y pacientes críticos, Madrid descarta reducir aforos en hostelería o recortar horarios. En las terrazas se va a medir de silla a silla, no entre mesas como antes para espaciar algo más los grupos de personas. En bodas, prohibida el baile y la barra libre. En celebraciones religiosas limitación mínima de aforos. Como previsiones, se pretenden realizar dos millones de test rápidos y aumentar si fuera necesario hasta 1.000 los rastreadores. Si la situación no mejora con estas tímidas medidas, no se descarta más adelante, plantear posibles confinamientos.