Vuelven las protestas al exclusivo barrio de Salamanca de la capital, donde se anuncia la primera de muchas caceroladas contra el Gobierno. También a la sede del PSOE en la madrileña calle Ferraz. Un fuerte dispositivo policial les ha impedido acercarse al edifico del Partido Socialista. Convocadas a través de las redes sociales, cientos de personas han pedido el levantamiento inmediato del estado de alarma y la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.