Sólo tenía tres años cuando los terroristas se llevaron la vida del pequeño Xavi. Se truncaron sus sueños y los de su familia. "A mi hijo le hemos perdido todos porque no sé si mi hijo seria presidente del mundo, el primer asronauta que va a Marte, ya nunca sabremos qué sería mi hijo", ha dicho su padre Javier ante el juez, y continúa "Todos los principios como padre y todo los sentimientos que uno tiene para seguir en la vida y para luchar se quedaron rotos en el suelo de la Rambla". Es el padre que en pleno dolor se abrazó a un imán para combatir el odio. Que agradece su labor a los mossos. Desde su puesto de flores en la Rambla Nuria lo vio todo. "Iba atropellando a la gente, vi como había gente que salía disparada" "Toda la gente tirada en el suelo, heridos, con sangre" Traumatizada desde entonces, ha perdido su trabajo y le ha cambiado la vida. Se ha tenido que ir de Barcelona. Salvador, herido aquel día, lo revive todo a diario al ir al trabajo. "Me cuesta el ir a trabajar", afirma, porque la ansiedad y los recuerdos no le dejan conciliar el sueño.