Gafas, pantalla y mono de alta seguridad es el kit anti-contagio para los miembros de las mesas electorales que ellos mismos se colocan porque llega la hora más sensible, la más temida. La escena se repite en todos los colegios electorales, los miembros de las mesas se visten de sanitarios de los pies a la cabeza; momento histórico para un selfie. Por delante una hora de votación para contagiados, contactos estrechos y casos sospechosos y después toca quitarse el traje. Y estos son los riesgos, el desafío de unas elecciones en plena pandemia en las que todos han tenido derecho al voto.