Las relaciones entre España y Marruecos parece que vuelven poco a poco a la normalidad y la prueba es que ya ha comenzado la devolución al país vecino de 700 menores que llegaron a Ceuta durante la avalancha migratoria de mayo. Los pequeños están siendo trasladados a un centro de acogida al otro lado de la frontera a la espera de que les reclamen sus padres.