El pasado 19 de mayo el Rey emérito aterrizaba en Vigo en avión privado. Llevaba casi dos años sin pisar España. Fue recibido por decenas de ciudadanos y por sus amigos más íntimos. Allí estuvo tres días y se fue pensando en regresar el próximo 10 de junio para disputar la regata que lleva su nombre y revalidar así el título de campeón del mundo en su categoría. Sin embargo, finalmente ha enviado una nota a sus allegados alegando “razones estrictamente personales” para no volver.