Luis García ingresó en el HUCA mediados de noviembre a causa de una enfermedad rara que ataca a la médula y disminuye sus defensas. A pesar del cansancio, las infecciones y la constante fiebre, no pierde los ánimos y es él quien continúa haciendo reír a sus seres queridos. "No quiere que le vean mal. Le encanta hablar con sus amigos por teléfono y da ánimos a la gente", cuenta su madre, Patricia González.