Sobrecargados de trabajo, cansados y sin personal. Así reconocen sentirse las enfermeras y los fisioterapeutas asturianos tras dos años de pandemia que han ido erosionando su ánimo y que, según su versión, está sacando a la luz las costuras del sistema sanitario. Bajo el paraguas de esas reflexiones iniciaba ayer el Sindicato de Enfermería SATSE una serie de movilizaciones para reclamar más medios –económicos y de personal– con los que poder digerir la explosiva carga de trabajo que llevan meses sufriendo. En Asturias, según los cálculos de la secretaria general de la central, Belén García, serían necesarios 300 enfermeros para mejorar la atención en los centros de salud de la región