El fuego sigue activo en Oviedo y las fuertes rachas de viento están complicando las labores de extinción. Más de medio centenar de vecinos de Fitoria tuvieron que salir de sus casas en plena madrugada y dos viviendas ubicadas en el núcleo de Constante, detrás del restaurante El Mirador tuvieron que ser desalojadas entre la desesperación de sus habitantes. "Tranquilos que nos vamos", exclamaban bomberos y policías ante el nerviosismo por el avance del fuego. "Dejen cerradas todas las ventanas para que no se meta más humo", recomendaba a la dueña de la vivienda uno de los efectivos desplazados a la zona. Varios animales de las fincas cercanas también fueron rescatados "in extremis" antes de que la lengua de fuego que arrasa el monte llegara a sus parcelas. El intenso olor a humo y el polvo en suspensión se deja notar con fuerza en las partes más bajas de la ciudad.