Carmen López nació con un glaucoma que le arrebató la visión cuando tenía siete años, doce meses después tuvo su primer bastón Quería más independencia para poder moverse por el colegio. "Cuando era pequeña veía colores y manchas difusas pero luego perdí toda la vista", recuerda. "En mi situación tenía derecho a un perro de la ONCE, pero la lista de espera puede ser hasta de seis años. Cogí a Luna cuando era un cachorro y a base de paciencia y de informarme mucho la fui entrenando", señala. Ahora los ojos de Luna son los de Carmen. "Ella me ayuda en el día a día pero un perro guía tampoco es un GPS", bromea. A esta joven ovetense no hay reto que se le ponga por delante, es campeona del mundo de surf adaptado y practicó boxeo, equitación, patinaje o tiro con arco. Ahora es la primera europea con discapacidad visual que consigue el certificado de profesionalidad de instrucción de perros de asistencia nivel 3. "Estoy capacitada para formar perros guía para ciegos, pero también perros de alerta médica para personas con autismo, para gente con discapacidades auditivas o perros de servicio, que son los que ayudan a personas que van en silla de ruedas o que tienen otras discapacidades", explica Carmen López, que consiguió el título después de terminar con éxito un curso de 840 horas que se oferta en el Centro Integrado de Formación Profesional de Cerdeño, de la mano de José Luis Pellitero. Su primer trabajo como formadora será con Selva, un labrador de dos meses que cogerá el testigo de Luna. "El método de Pellitero se basa en las necesidades de los usuarios. Yo perdí la audición de un oído hace algo más de un año y necesito que mi perra sepa que no oigo venir los coches". La prioridad ahora está en la formación de su nueva compañera aunque sus sueños siguen estando en el surf. "Quiero llegar a lo más alto pero me faltan patrocinadores, es complicado hacer un deporte minoritario cuando encima eres mujer y tienes una discapacidad". Sus problemas de oído han complicado los entrenamientos. "Con Lucas, mi profesor, uso un walkie porque en el agua me tengo que quitar el audífono y no oigo las olas".