"Lo primero que quiero decir es que entiendo a Adrián Barbón, no es fácil tomar decisiones en este momento". Es la primera frase que pronuncia Ainhoa Arteta cuando le preguntan por el cierre de las actividades culturales en Asturias para frenar la pandemia. La medida pilló al elenco de "Madama Butterfly" en plenos ensayos para estrenar la ópera. Hubo que parar toda la maquinaria. "Yo me fui llorando, no por mí, sino por mis colegas, los técnicos, los compañeros que llevaban nueve meses sin un contrato". Arteta, que se declara apolítica, sí opina que en España se necesitan "políticos de raza y tecnócratas". "En otras comunidades no se tomaron medidas tan contundentes como en Asturias y bajaron los contagios", argumenta. "Yo he perdido a más de cuatro personas cercanas en el último mes por el virus y entiendo que a mucha gente no le importe si abren o no los teatros pero el cierre de la cultura tiene muchos efectos colaterales".
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