Rufino, fue a desayunar al bar que queda junto a su casa y allí se enteró de que era millonario. El camarero del establecimiento le dijo que el ganador del Gordo de la Primitiva era del pueblo . "Y si eres tu?" le preguntó. Rufino miró el móvil, comprobó los números y se dio cuenta de algo: conocía al acertante. Los números de su pantalla eran el 19, 21, 24, 42 y 44, con el 2 como clave. El premiado era él.