El grito de júbilo de Miguel Ángel Roldán retumbó esta tarde en los Picos de Europa a las 15.15 horas, al llegar a la cima del Urriellu. Su tenue hilo de voz habitual, a causa de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) que padece, sonó atronador y desgarrador, de los que tocan el alma. El reto físico estaba conseguido, tras cuatro horas y cuarto de un esfuerzo sobrehumano. Se acababa de convertir en el primer enfermo de ELA que llegaba a esta cumbre. El cordobés, de 41 años, quería dar visibilidad a su dolencia y reclamar mayor atención sobre ella para que se invierta en investigación. Ese objetivo también lo consiguió. Más de 11.000 personas llegaron a conectarse a la retransmisión en directo que realizaron a través de internet.