Poreñu rinde homenaje a Agustín Hevia Ballina, párroco "que dejó huella por su calidad humana"

La Asociación de Vecinos "La Capilla" le entregó una placa y un poema hecho para él, un sacerdote como "hay pocos" y que ayudó "a conseguir el 'Pueblo Ejemplar'"

Fueron solo dos años y medio el tiempo que estuvo Agustín Hevia Ballina como párroco de Poreñu, en Villaviciosa. Fue un breve paso por el pueblo de 1988 a 1990 pero el sacerdote mantuvo el vínculo y se convirtió en uno de sus mayores estudiosos, ayudando también a sus gentes a preparar la candidatura al premio "Pueblo Ejemplar" de la Fundación Princesa de Asturias que obtuvieron en 2017. Por eso, ayer, la Asociación de Vecinos "La Capilla" de Poreñu le dedicó un sentido y sincero homenaje en el centro social, en el que le entregaron una placa conmemorativa y un poema dedicado a su persona. "Es inmerecido aunque muy cariñoso", señaló el cura, de 84 años, quien ofreció unas palabras a los que fueron sus feligreses, animándoles a mantener "el espíritu de concordia, cercanía, ilusión compartida y comunidad" que les valió el galardón.

La fiesta comenzó con la misa de La Candelaria y la tradicional bendición de velas encendidas que portaron los feligreses, seguida de procesión con el gaitero Diego Prida. Después hubo una comida popular que dio paso al acto de reconocimiento de Hevia, natural de Lugás e Hijo Predilecto del concejo, que estuvo además muy bien arropado por sus familiares, con su hermano Jaime Costales, y su cuñada, Estrella Manso, a sus flancos, muy emocionados. Allí agradeció el homenaje vecinal "muy especial" por venir de los vecinos. Y repasó algunos de los hitos conseguidos como la restauración de la capilla de Nuestra Señora del Viso de la que se siente muy orgulloso "porque entre todos la llevamos a cabo", recordó el religioso, que lleva un año y medio "jubilado" debido a una enfermedad neurológica de la que se recupera estupendamente.

Hevia, que es canónigo de la catedral de Oviedo y fue el director del Archivo Diocesano, destacó que son muchos los proyectos impulsados por la vecindad, desde mejoras en infraestructuras a sestaferias, y les emplazó a mantener ese espíritu de unión que definió como "espíritu Poreñu": "Ha de motivaros siempre, que esta palabra sea siempre vuestro motivante para que seáis más ejemplares, para que otros pueblos copien y nuestra sociedad se vuelva cada día más colaboradora, más habitable".

El sacerdote fue una pieza muy importante en la elaboración de la candidatura del premio "Pueblo Ejemplar", aunque él se quitó méritos: "Poca y muy limitada". Pero los vecinos de Poreñu saben que su colaboración con un amplio estudio histórico de la localidad ayudó mucho a auparles hasta el galardón. "Hizo muchísimo aunque él diga que no, nos ayudó en todo y por eso es una persona muy importante para nuestro pueblo y un hombre de convicciones religiosas muy fuertes", indicó Alejo Baños, tesorero de la "La Capilla". En representación del Ayuntamiento acudió la concejala del equipo de gobierno, Rocío Campos, ya que el alcalde, Alejandro Vega, no pudo asistir por motivos médicos.

En el homenaje, Hevia se mostró muy contento y también algo emocionado ya que no esperaba este reconocimiento que el colectivo vecinal ya quiso organizar con anterioridad aunque fue imposible debido a la pandemia. En Poreñu, pudo sentir el calor de los vecinos, quienes le mostraron su cariño con abrazos, miradas cómplices y palabras de gratitud durante toda la jornada. "Es que es una persona que dejó huella por su calidad humana y también por ser muy buen pastor, hay pocos como él", dijo Marián Fernández. Pero Hevia llegó a los corazones de todos los habitantes de Poreñu, creyentes o no. Así lo destacó José Campos, quien afirmó que Hevia "trata igual a todos, vayan a misa o no y eso te acerca mucho a su persona".

Un afecto de sus feligreses tantos años después de haber pasado por la parroquia de Celada, a la que pertenece Poreñu, que le hizo muy feliz por lo intenso e inesperado. Y los vecinos estaban encantados de haber podido motrarle el cariño y agradecimiento que le tienen porque más allá de ser un gran sacerdote, como reconocen en el pueblo, "es una gran persona", concluyó Isabel Prida.