Los porreos permiten desarrollar hasta siete actividades agroganaderas distintas

Un estudio encargado por el Ayuntamiento revela la buena calidad del suelo de estos terrenos, pese a su deterioro por la entrada de agua

En la mesa, desde la izquierda, Ignacio Alonso L. Iñarra, Ángel Valle y Emilio Rico. | A. G.-O.

En la mesa, desde la izquierda, Ignacio Alonso L. Iñarra, Ángel Valle y Emilio Rico. | A. G.-O. / Alicia García-Ovies

Los porreos de la ría de Villaviciosa son compatibles con los usos agrícolas, humanos y ganaderos. Hasta siete actividades diferentes podrían desarrollarse en estos terrenos ganados al mar hace siglos y que hace unos años comenzaron a inundarse por la falta de acciones para su conservación: desde el cultivo de hortalizas, la ruticultura (kiwi, arándano y frutos rojos), los cultivos herbáceos y forrajeros, prados húmedos, ganadería extensiva (especialmente la de vacuno), plantas medicinales (como el cáñamo medicinal) hasta el cultivo de plantas ornamentales.

No solo tienen una buena estructura, fertilidad alta, drenaje mejorado, buena orientación a todos los vientos, pendiente llana... Además, en algunos casos cuentan con uno de los suelos de más calidad de Asturias, como es el porreo de Doña Teresa. "Se podría llevar a cabo un proyecto ejemplar que incluiría la conservación de su fauna y flora, así como de porreos, control de faunas invasoras...", aseguró ayer el biólogo Emilio Rico en una conferencia en el Ateneo Obrero.

El especialista desgranó los estudios realizados por su empresa, Tema 3, a petición del Ayuntamiento de Villaviciosa, sobre el estado actual de los porreos y la viabilidad de realizar en ellos cualquier tipo de actividad. Unos trabajos que vienen a corroborar la potencialidad de estos terrenos, como vienen defendiendo desde hace años entidades locales y vecinos, y que dejan claro que el desarrollo de actividades humanas no sería incompatible con la protección natural del espacio y su biodiversidad.

Rico también señaló que para llevar a cabo esta recuperación sería necesario "mejorar la gestión del espacio protegido, aumentar la biodiversidad y conservar el aprovechamiento de los porreos", además de contar con "un proyecto de finalidad ecológica muy bien apoyado en cuestiones topográficas".

En la conferencia también intervino Ignacio Alonso L. Iñarra, cabeza visible del grupo social Protejamos Nuestra Ría, quien explicó que "el porreo del siglo XXI es diferente al que había anteriormente. Es un mixto de montones de cosas, cuya principal actividad es la protección de la naturaleza pero que es compatible con la actividad humana. Tenemos que preservar lo tradicional, proteger lo natural e innovar en los usos".

El colectivo entregó ayer en la Delegación de Gobierno y la sede de Presidencia del Principado más de dos mil firmas exigiendo una solución al estado actual de los porreos.

La conferencia fue presentada por Ángel Valle, presidente de la Asociación Cubera, para quien existen "recursos y conocimiento científico suficiente s para gestionar el espacio de forma productiva y racional". "La conservación de los porreos está protegida por ley y tanto la Administración del Estado como la autonómica se pasan la pelota mientras la naturaleza los va degradando", lamentó.