La sidra asturiana ya sabe dónde y cuándo será Patrimonio Mundial de la Unesco

La candidatura de la bebida asturiana será analizada junto a otras 54 presentadas por países de todo el mundo, pero no competirán entre sí

Espicha de un tonel en el llagar de Foncueva (Sariego). | Miki López

Espicha de un tonel en el llagar de Foncueva (Sariego). | Miki López / J. Ordóñez / X. FernándezJ. A. O. / X. F.

José A. Ordóñez

José A. Ordóñez

Ya hay fechas. Salvo monumental sorpresa, la cultura asturiana de la sidra será declarada Patrimonio Mundial Inmaterial en el transcurso del comité intergubernamental que la Unesco celebrará en Asunción (Paraguay) entre los días 2 y 7 del próximo mes de diciembre. Se trata de la cita anual para decidir sobre las candidaturas presentadas por países de todo el mundo. En esta ocasión, la candidatura de la sidra, auspiciada por el Gobierno de España con el respaldo de todas las comunidades autónomas, forma parte de una lista en la que hay otras 54 aspirantes, pero que no compiten entre sí.

El sector confía plenamente en una candidatura muy trabajada y que ha logrado un espectacular respaldo popular, algo que la Unesco valora mucho. En este sentido, la propuesta hace hincapié en que los individuos y colectivos que de una u otra forma participan en el sector ("el conjunto de la sociedad asturiana") suponen una "comunidad de preservación cultural" sobre la sidra y su cultura, destacando también la labor que desarrollan los centros asturianos "repartidos por el mundo entero" y en los que "sobreviven prácticas culturales típicamente asturianas ligadas a los emigrantes de esta región y a sus descendientes".

"La cultura asturiana de la sidra comprende un conjunto de prácticas vinculadas a los espacios y a los procesos de degustación (...) que los habitantes de la región desarrollan desde hace siglos. Estas prácticas son un símbolo de identidad y refuerzan los vínculos sociales", añade la documentación que van a analizar los integrantes del comité intergubernamental del Patrimonio Inmaterial de la Unesco, durante las sesiones a celebrar en la capital paraguaya. Además, tendrán a su disposición varios trabajos audiovisuales, entre ellos una grabación de Luis Benito García Álvarez, profesor de Historia Contemporánea y director de la Cátedra de la Sidra de Asturias de la Universidad de Oviedo, en la que da cuenta de los méritos de la candidatura.

Incidiendo aún más en el significado profundo de la sidra dentro de la sociedad asturiana, la candidatura incide en que su "importancia cultural se refleja en su inserción en las prácticas culturales (en los rituales festivos, por ejemplo) y en el vocabulario popular, que comprende todos los aspectos relacionados con el mundo de la sidra, sin olvidar la manera típica e icónica con que se sirve", en relación al rito del escanciado. Es más, la propuesta que se ha hecho llegar a la Unesco subraya como "las prácticas culturales ligadas a la sidra son frecuentemente experiencias comunitarias (...) de personas con antecedentes y segmentos de la sociedad muy diversos". En este sentido, se destaca que la costumbre de compartir los vasos demuestra "la dimensión de convivencia y socialización que caracteriza a la cultura sidrera".

Asturias también plantea como un mérito ante la Unesco que el proceso de elaboración de la candidatura haya sido "participativo", con la "implicación de toda la comunidad ligada a la preservación cultural, entendida como el conjunto de la sociedad asturiana e incluyendo también a los centros asturianos del extranjero".

Para dar forma a la candidatura, el Gobierno de Asturias constituyó un grupo de trabajo formado por representantes de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Sidra de Asturias, antropólogos, historiadores y estudiosos, que se encargó de desarrollar el expediente técnico. El Consejo de Patrimonio Histórico Español ratificó la propuesta ante la Unesco en el transcurso de una reunión celebrada en Zaragoza en octubre de 2022, a propuesta de la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo del Principado. Era la segunda vez que se escogía a la sidra asturiana como la aspirante española. La elección inicial tuvo que repetirse, después de que la candidatura no pudiese entrar para el ciclo 2022-2023. Finalmente, ha sido evaluada para 2023-2024, como ya se daba prácticamente por hecho desde un primer momento. De salir adelante, marcará un antes y un después no solo para los sectores relacionados directamente con la sidra, sino también para otros, como, por ejemplo, los de la hostelería y el turismo.

La única sidra española con DOP suma 31 llagares y 382 cosecheros de manzanas

Los valores que recoge y ensalza la candidatura de la cultura de la sidra asturiana para ser declarada Patrimonio Mundial Inmaterial por parte de la Unesco están íntimamente relacionados con la Denominación de Origen Protegida (DOP) Sidra de Asturias, figura de protección que vela porque el producto se elabore con manzanas de variedades autóctonas de alta calidad y de acuerdo con métodos respetuosos con una tradición que se remonta muchos siglos atrás. En la actualidad, y bajo el sello del consejo regulador, la Denominación está integrada por 31 llagares, 382 cosecheros, 855 pumaradas y 971 hectáreas de plantaciones. En 2023, los cosecheros entregaron en los llagares 7.122.309 kilogramos de manzana con destino a los caldos con denominación, lo que supone un 15 % menos que hace dos años, el último ejercicio afectado por la vecería (alternancia bianual de cosechas). Fue debido, principalmente, a la fuerte sequía del verano. En total, se elaboraron 5.198.309 litros de sidra, también con un ligero descenso sobre los datos de 2021. Asturias tiene la única DOP de sidra que hay en España. Los vascos no lograron llevar a buen puerto la candidatura para que su sagardoa recibiese la misma distinción. La estrategia para superar las reticencias mostradas por Francia consiste en lograr una marca conjunta con las sidras que se elaboran en Navarra y en el País Vasco francés. De lograrse, se trataría de la primera DOP transfronteriza en este ámbito.