"Todas no han de valer lo mismo": la sidra con denominación quiere mayor variedad de precios

Víctor Ramos, presidente del Consejo Regulador, también aboga por lograr "un marco estable y razonable" para los cosecheros de manzana

Víctor Ramos, presidente del Consejo Regulador de la Sidra. | Miki López

Víctor Ramos, presidente del Consejo Regulador de la Sidra. | Miki López / José A. Ordóñez

José A. Ordóñez

José A. Ordóñez

"Deberíamos reflexionar sobre la idea de que todas las sidras no han de valer lo mismo, apostando por una estratificación de los precios en función de las calidades, origen, marcas, servicio, mantenimiento etcétera". El llagareru Víctor Ramos, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen (DOP) Sidra de Asturias, se dirige así al sector en el artículo que acompaña la memoria anual de este organismo correspondiente a 2023.

En la actualidad, la botella de sidra natural de escanciar que se comercializa bajo la marca de calidad, elaborada con manzana autóctona seleccionada, oscila, por lo general, entre los 4 y los 4,20 euros. La que no lleva contraetiqueta del consejo se vende en los establecimientos a 2,70 o 3 euros, dependiendo de las marcas. Ramos estima que el sector debe abrir un debate sobre la política de precios, de forma que se valore, por ejemplo, el servicio que se presta al cliente en las sidrerías, teniendo en cuenta, a este respecto, la relevancia del escanciado.

Responsable de Sidra Fran, el presidente del consejo que vela por el cumplimiento de los criterios de calidad en la elaboración de la sidra estima que también resulta obligado "reflexionar" sobre la manzana asturiana y los precios a los que se vende a los llagares adscritos a la DOP. En este sentido, aboga por "valorar el trabajo de los cosecheros" para lograr "un marco estable, con unos precios razonables y el fomento de los acuerdos entre los cosecheros y los llagareros".

El sector está expectante ante la ya cercana declaración de la cultura sidrera asturiana como Patrimonio Mundial Inmaterial, algo que, salvo sorpresa y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, se hará oficial durante una asamblea convocada por la Unesco para principios de diciembre en Asunción (Paraguay). Para Ramos, ese paso será muy importante y debe ir acompañado de otras apuestas "estratégicas". Ente ellas cita, por ejemplo, "la incorporación de algún nuevo producto elaborado con manzana asturiana" o el desarrollo de "otros que ya se encuentran en el mercado, citando a modo de ejemplo la sidra de hielo".

Hostelería

Víctor Ramos también coloca entre los objetivos inmediatos del sector lograr el compromiso de las administraciones públicas para que en todos los actos institucionales se ofrezcan sidras naturales asturianas en sus variedades de escanciar, tranquila (de mesa) o espumosa. De igual manera, el presidente del consejo regulador aspira a que en los establecimientos hosteleros haya una "carta de sidras", de forma que "cuando nos visiten los turistas, lo primero que se encuentren sea los productos elaborados aquí con nuestras materias primas". Víctor Ramos también aboga por "concienciar a los consumidores de la importancia para la región de una apuesta por la Sidra de Asturias".

"Apostar por ella es apostar por el campo asturiano, por nuestra manzana, por nuestras tradiciones, por nuestra cultura, y es que nuestra sidra tiene una historia forjada por el trabajo de nuestros antepasados y nuestra obligación es preservarla" subraya el presidente del consejo regulador de la denominación de origen.