Amigos (y amores) de instituto para toda la vida: así fue el reencuentro de alumnos del Técnico de Villaviciosa

Un grupo de los que fueron los primeros estudiantes del centro reviven recuerdos y anécdotas en un emotivo reencuentro en Amandi

Los alumnos del primer curso del Instituto de Villaviciosa, durante el encuentro celebrado en Casa Cortina, en Amandi. | V. A.

Los alumnos del primer curso del Instituto de Villaviciosa, durante el encuentro celebrado en Casa Cortina, en Amandi. | V. A. / Vicente Alonso

Vicente Alonso

Aquellos maravillosos años en el Instituto Técnico Mixto de Villaviciosa, hoy IES Víctor García de la Concha, se revivieron ayer en el restaurante Casa Cortina de Amandi con motivo del emocionante reencuentro de casi 40 estudiantes que en su día inauguraron el centro en el curso 1968-1969. Una esperada cita anual en torno a un almuerzo de confraternización que después de más de medio siglo supone mantener vivos recuerdos, nostalgias y lazos de amistad que desde entonces nunca se han roto.

Las historias van fluyendo durante la comida. Cada uno aporta la suya, con sus memorias de aquella época. Unos se abrazan, todos se saludan efusivamente. Suceden reencuentros inesperados, se cuentan divertidas anécdotas y se emocionan al recordar a aquellos compañeros que ya no están presentes.

Y es que la implantación del bachillerato elemental en Villaviciosa supuso para muchos de los alumnos de los pueblos del concejo, y otros limítrofes, la oportunidad de poder seguir estudiando enseñanzas medias. "En aquella época lo normal era que la inmensa mayoría de nosotros, una vez terminados los estudios básicos en las escuelas rurales, nos incorporásemos a trabajos agrícolas y ganaderos en las pequeñas caserías de nuestros padres, y en el caso de las mujeres aprender a coser y bordar. Ir al instituto suponía prepararnos para un futuro que nos abriera buenas salidas laborales", aseguran los hermanos, Julia y Carlos Díaz Arce, de Rozaes.

Entre los asistentes también hay historias curiosas, como la del matrimonio formado por Miguel Miranda Palacio, de Sariego, y Belén Lozano Fernández, de Les Covianes (Valdediós), que se conocieron y se hicieron novios en el primer año de estudiantes en el instituto. "Tenemos muchos y muy buenos recuerdos de aquella época. Al estar en distintas clases, una vez a la semana teníamos una hora de estudio que se hacía conjunta y como Miguel quería sentarse conmigo distribuía a sus compañeros en distintas mesas dejando solo un sitio libre a su lado. Teníamos 16 y 17 años, nos hicimos novios en un viaje de estudios y desde entonces estamos juntos", recuerdan con ilusión y nostalgia.

Al final del almuerzo todos se despidieron felices por un día especial y se prometieron tener un nuevo reencuentro para seguir recordando aquellos años de juventud y amistad inquebrantable, porque saben, dicen, que los buenos amigos que se hacen en la época de estudiante son para toda la vida.