Opinión

Menuda papeleta

Asisto estos días atónita, una vez más, al atasco de propaganda electoral en mi buzón. No quiero caer en la hipérbole de decir que me sangran los ojos al ver tanto papel desperdiciado, pero molesta ver tanto desperdicio gratuito. ¿Cómo es posible que a estas alturas de la vida y sabiendo lo que sabemos, todos los partidos políticos sin excepción, se dediquen a mandar folletos y papeletas a los buzones de millones de españoles? Me da igual que el papel sea reciclado o fabricado con fibras ecológicas no contaminantes (¿existe tal cosa?) porque creo que no hace ninguna falta inundarnos con papeletas que tendremos el día nueve en nuestros colegios electorales.

El ser humano es capaz de las más grandes contradicciones. Empezando por nuestros políticos, que en eso se lucen. Nos dicen que no compremos tanta ropa, pero hay quien no repite modelo jamás y a veces hasta se cambia dos veces al día. La agenda 2030 pretende que se erradique de la faz de la tierra la injusticia, la contaminación y la desigualdad pero hay quien coge el avión como si fuera un patinete. Nos piden sinceridad pero donde dije digo que no habrá moción de censura digo Diego que a lo mejor sí la hay. La semana pasada el Congreso ofreció un espectáculo más propio de una república bananera que de un país civilizado. Los políticos están crispados, alterados y todos sin excepción se dedican a la insana labor de descalificar a los demás. En fin, que gane el que tenga más papeletas. Y un poco de paz, por favor.