Oviedo, J. E. M./ J. A. A.

Las normas internas del PSOE dejan al presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, margen para forzar unas primarias sobre la candidatura autonómica. Pero en diferentes instancias del partido se considera que se trata de un escenario bastante improbable. De hecho, no hay precedentes en la historia del PSOE, ni en Asturias ni en ningún otro punto del país, de que el candidato autonómico haya sido elegido mediante el proceso de primarias y tampoco de que un presidente socialista en ejercicio haya tenido que pasar por unas primarias para repetir candidatura.

Las normas reguladoras de los cargos públicos del PSOE, que establecen, entre otras cuestiones, las condiciones para celebrar unas primarias, conceden a los presidentes, estatales o autonómicos, un trato diferenciado, concebido para preservar la acción de gobierno de posibles vaivenes. A tal efecto, el artículo 37 de las citadas normas establece que, en el caso de instituciones gobernadas por el PSOE, como el Principado, sólo se celebrarán primarias si lo solicita la mayoría del comité autonómico. Según fuentes socialistas, esta norma está pensada para proteger a los presidentes, que en la mayoría de las federaciones territoriales suelen ser también los secretarios generales del partido. Asturias es un caso excepcional, porque es la única autonomía donde hay una bicefalia de poder socialista, con un presidente autonómico en el ámbito institucional y un secretario general para el ámbito orgánico. Y en el caso de que el comité autonómico no diera luz verde a unas primarias, en las que votarían todos los afiliados, la elección del candidato recaería directamente en el comité federal de las listas. «Aunque se podría llegar a esa situación, una designación de ese calado suele cerrarse antes», aseguraron fuentes del partido.