Gijón, J. M.

El arzobispo Jesús Sanz Montes mantuvo esta semana su primera reunión con el colegio de arciprestes, el órgano que reúne a 14 sacerdotes representantes de las zonas en las que se divide la diócesis. El mitrado, que tomó posesión de la sede ovetense el pasado 30 de enero, pidió a los arciprestes en este primer encuentro que le transmitieran sugerencias sobre la diócesis, el Arzobispado y cada uno de los arciprestazgos; unas sugerencias que, a su vez, cada arcipreste solicitará a los sacerdotes de su área correspondiente, para llevarlas después a este foro diocesano que se reúne con el Arzobispo una vez al mes.

Jesús Sanz Montes también comentó en la reunión del colegio de arciprestes sus tres objetivos más inmediatos. Primero, escuchar uno por uno a todos los sacerdotes de la diócesis, para conocerlos y atender sus necesidades. Segundo, hacerse cargo de la estructura de la curia arzobispal, de las delegaciones y tareas que en ella se realizan. Y tercero, mantener los primeros contactos con los fieles asturianos mediante visitas a cada arciprestazgo. En este sentido, el Arzobispo transmitió a los arciprestes un primer calendario del periplo que iniciará en los próximos días.

Ya que era el primer contacto con una parte de la organización diocesana, algunos de los arciprestes calificaron después de la reunión a Sanz Montes como «persona observadora y discreta», además de «buen escuchador».

«Sabe esperar y prefiere conocer bien la diócesis antes de tomar decisiones; no trae plan previo», señaló uno de los asistentes a la reunión.

Hasta la fecha, Jesús Sanz Montes sólo ha procedido a realizar dos nombramientos: el del obispo auxiliar, Raúl Berzosa, como vicario general (algo que prescribe el Código de Derecho Canónico); y el de Juan Antonio Menéndez, para el mismo cargo. Menéndez había sido también vicario general con Díaz Merchán y con Osoro. El resto de nombramientos diocesanos de Sanz Montes no se producirá, al menos, hasta el verano.