Oviedo, J. A. ARDURA

El presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, cuenta como principal aval para relevar a Celestino Corbacho al frente de trabajo con que es tan bien visto en los círculos empresariales como en los sindicales. Una virtud nada desdeñable para un ministro que deberá lidiar como primera faena con la recuperación del diálogo entre los agentes sociales tras una huelga general.

Aunque el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha decantado las más de las veces por rebajar la edad media de su gabinete de ministros, Areces da el perfil para hacer de interlocutor entre la patronal y los sindicatos tras la reforma laboral. Curiosamente, en una de sus conferencias en el hotel Ritz de Madrid, ante el Foro Nueva Economía y con algunos de los empresarios más importantes del país como asistentes, aceleró la toma de decisiones en la FSA para hacer visible que el relevo de Areces estaba en marcha. El presidente del Principado, además, ha asistido a más de una cena del denominado Círculo de Confianza, que suele reunir periódicamente a los directivos de las empresas más influyentes de España. Y en la actual coyuntura también resulta más que interesante la excelente relación que Vicente Álvarez Areces mantiene con dirigentes sindicales de la talla de Cándido Méndez o de Manuel Fernández, «Lito». Si la elección del futuro ministro de Trabajo es cuestión de «feeling» entre sindicatos y patronal, «no cabe duda de que el nombramiento de Areces es muy viable», aseguró a este periódico un destacado dirigente del PSOE. Además, cabe suponer que Areces no pondría reparos a un traslado a Madrid, ya que su hijo se trasladará este curso a la capital para realizar sus estudios universitarios.