Oviedo, J. E. MENCÍA

«De repente te encuentras con que dos buenos amigos, dos personas por las que tienes cariño y simpatía, que considerabas que tenían una buena relación entre ellas, que compartían intereses, de sopetón acaban enfrentados a brazo partido. No entiendes lo que pasa, es como estar en medio de un choque de trenes y ver que no puedes hacer nada para evitarlo. El sentimiento que te queda, la verdad, es de tristeza. Al final, ¿qué pasó?... que desarmaron el partido, algo que no va a ser bueno para nadie. Creo que tuvo que ocurrir algo que no sabemos, algo que todavía nadie explicó. Es una verdadera lástima porque siento mucho cariño por ambos». El que habla es un buen amigo del alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, y del ex ministro de Fomento, ahora candidato de Foro Asturias al Principado, Francisco Álvarez-Cascos. Con esas palabras explica cómo vivió y lo que sintió cuando vio a sus dos amigos enfrentarse a brazo partido hasta desmembrar el PP y echar por la borda buena parte de las opciones que tenía el centroderecha asturiano de hacerse con el Gobierno del Principado. Ahora no se atreve a hacer pronósticos. La cita con las urnas del próximo 22-M se presenta imprevisible.

LA NUEVA ESPAÑA charló con cuatro personas cercanas a Gabino de Lorenzo y Francisco Álvarez-Cascos, todas vinculadas a Oviedo, para conocer cómo han vivido el proceso de enfrentamiento protagonizado por ambos políticos, cómo han sentido en sus propias carnes la sucesión de hechos que han dado lugar a una nueva escisión en el seno del PP asturiano y, posteriormente, a la aparición de Foro Asturias. De mano, todos son reacios a hablar con la prensa y, por supuesto, dejan claro, como condición previa, que no quieren aparecer, negro sobre blanco, en ningún papel. Temen que sus palabras puedan malinterpretarse y acabar molestando a alguno de los dos políticos. Normal, ¿quién querría estar en medio de un choque de trenes?

Ahora, tras la tormenta inicial, casi todos tratan de poner tierra de por medio y desmarcarse del conflicto. «Simplemente votaré al que considere más conveniente», afirma uno de los entrevistados, que luego insinúa que podría apoyar a Cascos en Asturias y a De Lorenzo en Oviedo. Como la canción: «El corazón partío».

Un histórico valedor de la derecha en Asturias, Martín González del Valle y Herrero, ex presidente de HC, estrechamente vinculado a Manuel Fraga Iribarne y barón de Grado, fue el primero en poner de relieve públicamente -lo hizo en el transcurso de una tertulia de L'Alderique a la que Cascos asistía como invitado- los sentimientos encontrados que viven los militantes del centroderecha con la crisis del PP. González del Valle no tuvo reparos en transmitirle personalmente a Cascos la «tristeza y disgusto» que le producía el choque interno. Más tarde, el barón de Grado evitaría dar mayor publicidad a sus palabras declinando hacer nuevas valoraciones. «Pensé que no iban a salir de la tertulia», señaló en conversación telefónica con LA NUEVA ESPAÑA.

Situaciones poco cómodas han vivido también algunos colaboradores de Gabino de Lorenzo como el jefe de la Policía Local, Agustín de Luis, o el ex responsable del protocolo municipal ovetense, Enrique Fernández. Ambos mantienen una buena relación con Francisco Álvarez-Cascos y se han dejado ver en algún acto protagonizado por el candidato de Foro Asturias. Los dos rechazan hacer declaraciones, aunque en su círculo más cercano el primero señaló que acudió a la charla de Cascos en el Colegio de Médicos porque había sido invitado por unos amigos. En el entorno de Agustín de Luis descartan que el veterano jefe policial, toda una institución en el Ayuntamiento, tenga aspiraciones políticas y simplemente ponen de relieve que mantiene una buena relación tanto con Cascos como con De Lorenzo. Una situación parecida es la que han vivido el citado Enrique Fernández y el presidente del Centro Asturiano, Alfredo Canteli, que tras asistir a un par de actos públicos de Cascos llegó a sonar incluso como candidato de Foro Asturias a la Alcaldía de Oviedo, algo que él mismo desmentiría recientemente negando la mayor. Lo hizo durante su intervención para recoger el premio «Ovetense del año». Allí dijo que entre sus planes no figura pasar a la política. Ahora Canteli no quiere echar más leña al fuego.

La situación no es sencilla. Ninguno quiere ser desleal con sus amigos y el equilibrio se antoja difícil. «Tienen que entenderlo ambos, se enfadaron entre ellos, no con nosotros, ninguno de los dos puede pretender ahora que no hablemos al otro», afirma otro entrevistado que utiliza la primera persona del plural dando por sentado que hay más personas que comparten su incomodidad. Quizá por esta razón, por el tirón compartido que tienen Gabino de Lorenzo y Cascos entre muchos simpatizantes del centroderecha ovetense, la junta local del PP de Oviedo ha sido, teniendo en cuenta su alta cifra de afiliados, unos cinco mil, una de las que menos bajas han registrado, unas doscientas.

Pese a que el tiempo de la lucha sin cuartel parece haber pasado -hasta el ex edil José Suárez Arias-Cachero ha cerrado su blog crítico «El Carbayón»- y que ha llegado el momento de la reflexión, los hay que no perdonan: «Me quedaré en casa, son todos iguales, me han decepcionado», sostenía ayer un destacado representante de la sociedad ovetense, afiliado del PP desde hace décadas, que sonó en otros comicios para ir en las listas de Gabino de Lorenzo y ahora en las de Cascos. A éste el shock del choque de trenes aún le dura.