Gijón, M. CASTRO

El consejero de Industria del Principado, Graciano Torre, advirtió ayer del riesgo de deslocalización de instalaciones de Arcelor-Mittal en Asturias, tanto por un cierre directo por problemas de costes como «porque se vayan deslocalizando poco a poco porque no haya inversión». El Consejero hizo esta reflexión en el recorrido institucional por la Feria que ayer realizó junto al presidente regional, Javier Fernández; a la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, y al presidente cameral, Félix Baragaño, que recorrieron los principales stands institucionales del recinto ferial. Torre insistió en reclamar una contención de la tarifa eléctrica para evitar que lastre la competitividad de la gran industria asturiana.

El problema, en Asturias, afecta fundamentalmente a Arcelor-Mittal, Alcoa y Azsa. El próximo 31 de diciembre expira un acuerdo de las industrias con las eléctricas, que se obtuvo con mediación del anterior Gobierno central, por el que tienen una tarifa inferior a la del resto de consumidores. A partir de enero, si no se logra una solución, tendrán que comprar la electricidad en el mercado libre, a precios muy superiores a los actuales. Altos representantes de las tres multinacionales ya han mantenido reuniones con miembros del Gobierno para exponer el problema. Alcoa llegó a advertir abiertamente de que abandonará España si tiene que comprar su electricidad a precio de mercado. En el caso de Arcelor-Mittal, la subida le supondrá un incremento para sus costes de unos 100 millones de euros anuales en un momento en el que la multinacional siderúrgica está cerrando instalaciones en Europa para concentrar la producción en aquellas del grupo que son más competitivas.

Aunque no lo citó expresamente, la alusión de Graciano Torre a la falta de inversiones tiene que ver con la congelación del proyecto para construir unas nuevas baterías de coque en Gijón, que había anunciado inicialmente Arcelor-Mittal, con una inversión de 147 millones de euros. La congelación de esta inversión es doblemente preocupante, debido al mal estado en el que se encuentran las actuales baterías, que hace años acabaron su vida útil. Las baterías son una instalación clave en la siderurgia integral. De ellas sale el coque que se emplea en la fundición del mineral de hierro, pero el proceso también produce gases que se emplean para alimentar los hornos de los trenes de laminación de Gijón, fundamentalmente, abaratando los costes de los mismos. Arcelor sí está efectuando una inversión de 25 millones de euros en la reconstrucción del horno alto B de Veriña, obra para la que hace muchos meses que ya había adquirido los materiales. La empresa no tiene prevista fecha de reapertura de esta instalación.