Oviedo, L. Á. VEGA

La seca aún continuará unos días en Asturias, con temperaturas que pueden parecer altas para esta estación otoñal. La jornada de ayer fue sólo un aperitivo de hoy sábado y mañana domingo, aunque el lunes cambiará el panorama con la entrada de un frente, que de todas formas no será muy activo. Durante las últimas horas, se registraron las temperaturas más altas en semanas, especialmente en el interior y la montaña asturiana. La máxima se alcanzó en Amieva, con 31 grados, a las cuatro de la tarde. En Soto de la Barca (Tineo), se llegó a 29,9 grados, y, en Mieres, Pola de Lena y Cabrales se superaron los 29 grados. Oviedo tuvo su pico a las tres y veinte de la tarde, 26,6 grados. Gijón se quedó en 24,5 a media mañana, y Avilés registró una máxima de 23,8, en torno a las seis de la tarde.

El motivo de este inesperado calor hay que buscarlo en el viento del Sur, según explica el meteorólogo David Arango. «El aire se reseca al pasar la Cordillera y gana presión al descender hacia la costa», añade. No es el famoso «efecto Föhn», que se daría, por ejemplo, en unas condiciones parecidas de viento del Sur, pero con precipitaciones en la vertiente sur de la Cordillera. «Lo que hemos vivido en esta jornada (por ayer) son los vientos catabáticos, o lo que en Asturias se denomina "el aire de les castañes", tan propio de esta época», indica Arango. La temperatura alcanzada ayer, que hizo a numerosos asturianos desprenderse de las chaquetas y buscar incluso la sombra y algún helado, es algo «de lo más normal».

Hoy sábado habrá mayor nubosidad y quizá la temperatura no suba tanto, pero el domingo sí que podría sentirse el calor de verdad, especialmente en el interior y los concejos de la Cordillera. Además, en la noche del sábado al domingo podría producirse alguna precipitación, eso sí débil. En el resto del país, el fin de semana también será muy caluroso, con temperaturas por encima de los treinta grados. El calor lo notarán especialmente en Andalucía, que hace pocos días sufría fuertes vientos y lluvias muy fuertes, que llevaron al fallecimiento de al menos once personas, y las dos mesetas.

El panorama del tiempo cambiará para el próximo lunes. El viento cambiará y pasará a soplar del Norte y del Noroeste, arrastrando una nubosidad creciente. Para el martes continúa la tendencia de temperaturas a la baja, e irrumpe la posibilidad de que se produzcan precipitaciones, eso sí débiles y ocasionales. Las temperaturas seguirán bajando, tampoco en exceso, a lo largo de la semana.

Como se ve, tampoco se prevé mucha lluvia, con lo que continúa la racha de escasez de precipitaciones que se viene registrando en la región a lo largo de este año. Este verano fue uno de los más secos de los últimos años, con zonas en las que no cayó una sola gota de agua, como Pajares, o áreas, como el oriente de la región y algunas islas del Occidente, como Tineo, donde las precipitaciones registradas estuvieron por debajo del treinta por ciento de lo normal.

El delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología, Manuel Antonio Mora, ya lo avisó al final del verano: no se esperan grandes perturbaciones en el inicio del otoño, y de no invertirse la tendencia, 2012 será uno de los más secos de los últimos años, con un déficit de precipitaciones que puede establecerse en un veinte por ciento. «Hay mucha seca», se puede escuchar a los más mayores del lugar, para explicar el año hidrológico que padece Asturias, marcado por la ausencia de precipitaciones.