Gijón, R. GARCÍA

Hasta 30 personas podrían verse afectadas por la denominada «operación Tridente» contra la venta de drogas. Los agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón que desde hace más de un año llevan a cabo una gran operación contra el tráfico de estupefacientes en Asturias, en colaboración con la Policía Nacional y Aduanas, esperan concluir los trabajos esta semana con el arresto de diez nuevos acusados, que elevarían a una treintena la lista de imputados en este procedimiento, que ya ha llevado a la cárcel a siete presuntos delincuentes, entre los que se encuentra el conocido hostelero gijonés Paco García, al que la Policía encontró 20.000 euros en efectivo en su domicilio.

Los investigadores apuran los plazos. La trascendencia pública de la operación y la gran cantidad de pruebas contra los imputados que han conseguido recabar los agentes podrían facilitar el cierre en las próximas horas de un proceso en el que ya se ha conseguido incautar 48 kilos de hachís, que se encontraban escondidos en el interior del coche de uno de los acusados en León, así como otras cantidades de cocaína y speed que fueron localizadas en viviendas y locales de Gijón y Avilés, y que habrían llegado a Asturias desde Andalucía gracias a los contactos en Madrid de los responsables de este grupo delictivo.

Los trabajos policiales de los últimos días se centran en la localización de los últimos responsables de la compleja trama delictiva, que llevaría al menos dos años actuando en Asturias. Los agentes encargados de la investigación están siendo ayudados en su trabajo por funcionarios de la unidad central operativa del Cuerpo Nacional de Policía. Un grupo que lleva ya varios días en la región y que tendría entre sus objetivos el de fijar su vista en varios agentes de la autoridad de Avilés y Gijón que podrían estar involucrados en la trama y cuya imputación aún no ha trascendido.