Oviedo, J. A. ARDURA

Los diputados del Parlamento asturiano mantienen, por ahora, la exención fiscal que Galicia quiere suprimir en esta legislatura tras la disposición de todos los partidos de la comunidad vecina a que los políticos tributen como el resto de los trabajadores. Los parlamentarios asturianos están exentos de tributar un tercio de sus ingresos, destinados a gastos de «manutención y estancia», gracias a los beneficios fiscales introducidos por una ley estatal aprobada en 2006. En la Cámara autonómica de Galicia, el privilegio fiscal aún es mayor pues los diputados no tributaban por dos terceras partes de sus ingresos anuales.

Varios colectivos y sindicatos de funcionarios de la región denunciaron el pasado mes a LA NUEVA ESPAÑA el tratamiento fiscal ventajoso que reciben los diputados regionales al cobrar una tercera parte de sus ingresos «para comer y dormir» a través asignaciones libres de tributar al fisco. De esa exención, legal, se benefician todos los diputados de cámaras autonómicas, como la Junta General del Principado y la Xunta gallega, y también los parlamentarios nacionales, ya sean del Congreso o del Senado.

Los cuatro grupos del Parlamento gallego quieren cambiar el sistema retributivo para que los diputados tributen por la totalidad de su salario, ya que en la actualidad cada parlamentario de la comunidad vecina cobraba 31.000 euros al año libres de impuestos, aunque discrepan en los plazos. El PP dice que cambiará el régimen retributivo a lo largo de la legislatura, que acabará en 2016. Los socialistas gallegos están a la expectativa de que los populares muevan ficha, mientras que los nacionalistas, AGE y BNG, presentarán iniciativas para tratar de acelerar esos cambios.

En Asturias la cantidad exenta de IRPF es sensiblemente inferior, ya que se incluye un plus fijo de 933 euros mensuales en concepto de manutención y estancia y otro para gastos de locomoción, que resulta de multiplicar los kilómetros de distancia del lugar de residencia por 30 días y por 0,186 euros, el valor que se da a cada kilómetro. Los diputados residentes en Oviedo también pueden incluir un gasto de cinco kilómetros diarios.

Los cinco grupos políticos del Parlamento asturiano no han mostrado, por ahora, la misma determinación que sus colegas gallegos para renunciar a esas exenciones fiscales. Sólo el portavoz y diputado de UPyD, Ignacio Prendes, dijo estar dispuesto a introducir cambios que equiparen el tratamiento fiscal de los diputados al que tiene el resto de los ciudadanos. «En mayo pasado, cuando se discutieron las retribuciones, ya planteamos en la Junta de Portavoces que esos beneficios fiscales nos parecían un privilegio y nadie nos secundó. Nos parecería bien que se modificasen para que los diputados tributen el IRPF igual que cualquier trabajador», afirmó Prendes.

El Grupo Socialista en la Junta es partidario de abordar la cuestión de las retribuciones y buscar acuerdos de consenso cuando se aborde la liquidación del presupuesto de la Junta en el Parlamento, previsiblemente en el próximo mes. En ese momento el PSOE «planteará su posición para conformar una respuesta con el resto de partidos», aseguraron ayer desde el Grupo parlamentario Socialista.

El PP, que defendió la reducción de los salarios y de las asignaciones a los grupos políticos durante la discusión del Presupuesto regional en diciembre pasado, asegura estar estudiando el asunto de las exenciones fiscales «dentro del análisis de las retribuciones de diputados y grupos». Tanto Foro como Izquierda Unida optaron ayer por el silencio y eludieron entrar a valorar su posición sobre esas exenciones fiscales de las que actualmente se benefician todos los diputados del Parlamento asturiano.