Oviedo / Gijón,

Á. FAES / F. GARCÍA

El comité ejecutivo del Partido Popular, reunido ayer en Oviedo, rechazó por unanimidad la petición de la junta local gijonesa de celebrar su congreso y, al tiempo, nombró una comisión gestora con potestad para «reorganizar el grupo municipal» y para «garantizar la estabilidad de la Corporación». Esto significa el cese inmediato de Pilar Fernández Pardo (y su junta directiva) como presidenta del partido en Gijón y que el mando pase a dicha gestora, de la que estará al frente la diputada nacional Ángeles Fernández-Ahuja.

Con esta decisión, tomada justo un año después de que Mercedes Fernández accediese a la presidencia del PP asturiano, el partido trata de poner fin al enfrentamiento entre la dirección regional y la junta local de Gijón, y más concretamente entre sus dos líderes. El desencuentro se recrudeció tras el apoyo en el Consistorio de los populares (contra el criterio de la dirección regional) a la actual alcaldesa, Carmen Moriyón, lo que facilitó a Foro el acceso al gobierno local.

Al término de la reunión del comité ejecutivo, Mercedes Fernández expuso entre los motivos de la decisión tomada las «discrepancias públicas, la pérdida de un discurso que singularice al PP de Gijón; las dificultades para preparar grandes actos electorales en la ciudad por problemas de organización» y el hecho de haber tenido que acudir «a compañeros de otras comunidades para cubrir (con apoderados e interventores) las 400 mesas electorales», algo que habían logrado «en situaciones más adversas».

La reacción de Pilar Fernández Pardo no se hizo esperar. En declaraciones a este periódico lamentó la decisión del comité ejecutivo. «Es una mala noticia para la democracia y una mala noticia para Gijón, puesto que lo que el PP gijonés está reivindicando es la celebración de un congreso democrático. Alguien ha preferido que no haya congreso, ahora que legalmente tocaba, tal vez para conseguir lo que seguramente no iban a ganar en las urnas», afirmó la ya ex presidenta del partido en la ciudad. «Yo sigo confiando en la militancia y en las bases del Partido Popular de Gijón, que son las que tienen que hablar. Creo en la opinión de los afiliados, no en los golpes de timón»,

Mercedes Fernández señaló que Ángeles Fernández-Ahuja estará al frente de la comisión «hasta que consiga la pacificación» y señaló que el objetivo de la dirección regional está encaminado a la celebración de un congreso, aunque no precisó si éste podría producirse antes de las próximas elecciones locales, en 2015. La presidenta regional también criticó, entre los «déficits» del partido en Gijón, que «el diálogo con la dirección regional se produjese a través de los medios de comunicación» y señaló que por esa vía tuvieron noticia «de las últimas dimisiones», en relación a la marcha del concejal Eduardo Junquera.

Con esta decisión, los cinco concejales que tiene el partido en el Ayuntamiento, entre los que se encuentra Pilar Fernández Pardo, pierden la fuerza que les daba tener el control de la dirección local. Entre las misiones inmediatas que Mercedes Fernández encomienda a la junta gestora está la de reunirse con los cinco concejales para «adoptar los pasos a seguir, puesto que la junta directiva ya había cumplido su mandato». Fernández aprovechó para dar una prueba de la ausencia de comunicación con sus compañeros gijoneses, cuando apuntó que, en realidad, «son cuatro» los ediles «porque, según leo en los medios, el quinto está pendiente de tomar posesión de su cargo», tras la dimisión de Junquera.

Nada más finalizar la reunión, la dirección regional del Partido Popular, a través de su secretario general, Fernando Goñi, comunicó la decisión a los gijoneses. Según Goñi, se limitaron a «recoger» la información, otra muestra de la tensa relación entre las partes.

En su resolución, el comité ejecutivo del partido señala entre los motivos para destituir a la directiva gijonesa «el palpable debilitamiento en la capacidad de organización electoral; la patente división interna; la desatención de los asuntos municipales; las denuncias recibidas respecto a a tramitación de nuevas afiliaciones; la vacante en la secretaría general local; la impericia para defender los intereses de Gijón; la dimisión de un concejal y la reiterada renuncia de miembros de la candidatura que concurrió a las elecciones municipales de 2011».

Mucho antes del comité ejecutivo, y también primero de asistir a la sesión plenaria en la Junta General, la presidenta del PP respondió a una petición del secretario de organización de la Federación Socialista Asturiana (FSA), Jesús Gutiérrez. En declaraciones distribuidas por los socialistas, pidió al PP que revelase qué empresas habían hecho donaciones al partido, tras admitir dos el PP (por 46.000 euros y en sendas campañas electorales) en una información publicada en este periódico. «No creo que tenga ningún problema para dar el nombre de esas empresas, haría bien en decirlo ya que ella pide transparencia». Mercedes Fernández lo consideró una petición «muy socialista», y acusó a la FSA de «pedir cuentas a todo el mundo sin hacer públicas nunca las suyas».